Golpes, descargas de electricidad en los genitales, amenazas de muerte, violaciones con una botella… Éstas son algunas de las barbaridades que, según ha explicado este jueves por la mañana Farida Aarrass en el aula Jerónimo Zurita de la Facultad de Derecho, sufrió su hermano Ali a lo largo de doce interminables días en los sótanos del Centro de detención secreta Temara, que está situado a pocos kilómetros de Rabat. Este hombre, que en diciembre de 2010 fue extraditado a Marruecos tras haber sido acusado de pertenecer a una red terrorista, acabó firmando su declaración de culpabilidad después de haber sufrido todas estas torturas. Este documento, del que más tarde se retractó ante el tribunal, fue la única prueba presentada en su juicio. Una vez finalizado este proceso, le condenaron a quince años de los que debe cumplir un total de doce. « Le dieron treinta hojas escritas en árabe clásico, que es una lengua que él no entendía, para que las firmara », explicó Farida esta mañana durante su intervención. Actualmente Ali está en la prisión de Salé II, un centro al que ésta se refiere como el « Guantánamo de Marruecos ».
El cúmulo de irregularidades de las que ha venido acompañado este caso ha provocado que Farida Aarrass lleve años reclamando la puesta en libertad de su hermano. « Ali fue extraditado ilegalmente por parte de España pero el gobierno belga (donde éste estuvo viviendo desde los 15 años) lo ha abandonado. Estamos viviendo un caso de racismo institucional. Parece que somos importantes para votar o para pagar impuestos pero cuando pasa algo fuera de la frontera de Bélgica, es como si no fuéramos belgas », se lamentaba Farida durante su segunda intervención del día, ya que antes de acudir a la Facultad de Derecho había estado en el IES Río Duero de Tudela de Duero para contar el caso de su hermano al alumnado de este centro.
La sección española de Amnistía Internacional lleva denunciando esta situación desde el año 2009. En un primer momento lo hizo frente al Gobierno español para que evitara su extradición, ya que se preveía que éste podría ser torturado, y más tarde lo ha seguido haciendo ante el Gobierno marroquí, al que solicitan que se abra una investigación independiente e imparcial sobre las denuncias de torturas, que se revise su proceso judicial con las garantías pertinentes y que respeten sus derechos como preso.
Lamentablemente, el caso de Ali no es el único. De ahí que la última campaña global de Amnistía Internacional se haya fijado como objetivo visibilizar y denunciar todos los casos de torturas que actualmente se están produciendo a nivel internacional, tema en el que vienen trabajando desde hace 50 años. « Esta campaña la hemos lanzado aprovechando el 30 aniversario de la Convención de la ONU contra la Tortura, que fue ratificada por 155 países. Desde Amnistía hemos investigado a 142 países, y durante los últimos cinco años hemos podido comprobar que en 141 de ellos se estaban produciendo torturas« , explicaba este jueves por la mañana Noelia Espina, coordinadora de Amnistía Internacional en Castilla y León. « España tampoco está exenta de torturas, ya que también hay casos de denuncias a miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad. Nos parece preocupante que los sucesivos gobiernos no hayan tipificado adecuadamente lo que es la tortura o que el actual gobierno haya restringido por ley el ejercicio de la jurisdicción universal », continuó Noelia esta mañana.
La campaña #StopTortura, que se lanzó el pasado martes y que tendrá dos años de duración, incluye la publicación de un informe llamado `La tortura en 2014. 30 años de promesas incumplidas´. Este documento recoge a lo largo de medio centenar de páginas diferentes aspectos como el tipo de personas que corren mayores riesgos de ser torturadas, los momentos y los motivos que conducen a torturar a alguien o los métodos más habituales para llevar a cabo este proceso.
Las principales víctimas, según publican en este documento, son aquellas personas que pertenecen a una minoría religiosa determinada o a otro grupo minoritario, los presuntos delincuentes, los miembros de grupos armados o las personas sospechosas de haber cometido delitos relacionados con el terrorismo. « Muchas víctimas pertenecen además a grupos ya de por sí desfavorecidos: mujeres, menores de edad, miembros de minorías étnicas, lesbianas, gays, bisexuales, personas transgénero e intersexuales y, sobre todo, personas sin recursos económicos », indican en este informe.
En él también se alude a las mujeres, quienes « sufren torturas específicas de violencia de género, incluida la violación y otras formas de violencia sexual ». Tal y como señalan, « algunas formas de tortura y otros malos tratos son exclusivas de las mujeres, como el aborto forzado, la negación del aborto, la esterilización forzada y la mutilación genital femenina. Una de estas formas de tortura, que también es un crimen contra la humanidad, es la utilización cada vez más generalizada de la violencia sexual contra las mujeres como arma de guerra. Así fue en el caso de Ruanda y los Balcanes en 2009 o en la República Democrática del Congo, donde el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas reportó más de 15.000 violaciones de mujeres y niñas ».
Este informe alude también a casos concretos pertenecientes a ciudadanos de los cinco países en los que se centra esta campaña, que son Filipinas, Marruecos y el Sáhara Occidental, México, Nigeria y Uzbekistán (de todos estos países, España ha decidido centrarse en Marruecos y México). En ellos se alude a personas como la mexicana Claudia Medina, que el 7 de agosto de 2012 vio amenazada su tranquilidad cuando varios miembros de la marina irrumpieron en su casa. Allí, según escriben en este informe de Amnistía Internacional, « le ataron las manos y le vendaron los ojos antes de llevarla en una camioneta a la base naval local. Allí la torturaron mediante descargas eléctricas, la agredieron sexualmente, le propinaron golpes y patadas y la dejaron atada a una silla bajo el calor abrasador del mediodía ».
Otro de los casos expuestos es el del nigeriano Moses Akatugba, que fue detenido a los 16 años de edad acusado de ser sospechoso de robo a mano armada. Tal y como recoge este informe, « los soldados le dispararon en la mano y lo golpearon en la cabeza y en la espalda durante su detención. Pasó tres meses bajo custodia policial. Durante ese tiempo, según asegura, los policías lo golpearon con machetes y porras. También ha declarado que lo ataron y lo tuvieron colgado cabeza abajo durante varias horas. Asimismo, afirma que unos policías le arrancaron las uñas de las manos y de los pies con unos alicates, antes de obligarlo a firmar dos `confesiones´, escritas por la propia policía ».
Casos como éstos llevan a Amnistía Internacional a exigir que se apliquen unas salvaguardias efectivas contra la tortura, tendentes a que « las personas detenidas tengan acceso a un abogado desde el primer momento, que los abogados estén presentes durante los interrogatorios, que haya médicos disponibles para examinar a las personas detenidas, que las personas detenidas puedan ponerse en contacto con sus familias o que las confesiones obtenidas mediante tortura no puedan utilizarse nunca como prueba », tal y como resumen en su página web, donde se ha habilitado una ciberacción para recoger firmas contra la tortura.
Farida Aarrass, que este viernes por la mañana viajará a Oviedo para continuar denunciando el caso de su hermano, ha sido la protagonista de la primera actividad que Amnistía Internacional Valladolid ha organizado dentro de esta campaña, en la que hoy han contado con la colaboración del Observatorio de Derechos Humanos de la UVa. Este jueves tenían intención de reunirse con el delegado del Gobierno de Castilla y León y con la presidenta de las Cortes, pero ninguno de los dos les ha recibido por « motivos de agenda ». Durante el próximo mes esta campaña global continuará con dos acciones más. Una está prevista para el sábado 21 de junio, en la que los integrantes del grupo local saldrán a la calle para recoger firmas, y la otra para el viernes 27, fecha en la que varios grupos como El Lector Acróbata, Inn Vertebrados, Jamming at Fidel´s, JR & The Gang o Sin Arreglo ofrecerán un concierto gratuito a partir de las 20 horas en el exterior de la Facultad de Filosofía y Letras.
Más información:
Informe `La tortura en 2014. 30 años de promesas incumplidas´
